Resumen del mes de julio de 2014

20 notas periodísticas publicó la AIL de la ENS en julio de 2014, de las cuales, para efecto de este resumen, se reseñan las 5 más relevantes:

– En el marco del 1º Encuentro Nacional por la Formalización Laboral, el movimiento sindical planteó lucha estratégica contra la tercerización laboral.
– Arrancó la negociación de la que se considera la convención colectiva más importante del país: la que se firma entre Ecopetrol y la USO.
– El trabajo doméstico: deudas pendientes y nuevas agendas, a propósito de la conmemoración del “Día Internacional del Trabajo Doméstico”.
– G4S, multinacional inglesa de la seguridad privada que corta de raíz todo lo que huela a sindicalismo.
– La salud laboral en Colombia: muchas deudas pendientes. Informe a propósito de la conmemoración del Día Nacional de Salud en el Trabajo.


 

1º Encuentro Nacional por la Formalización Laboral

El movimiento sindical plantea lucha estratégica contra la tercerización laboral

El 28 de julio, en el marco del Día Internacional por la Formalización Laboral, se realizó en Bogotá un encuentro de dirigentes sindicales para debatir y proyectar tareas que permitan combatir la tercerización y avanzar en formalización laboral en Colombia, donde la informalidad hoy supera el 60%.

En el Encuentro, que congregó 120 personas, participaron las centrales obreras CUT y CTC, las confederaciones sindicales internacionales agrupadas en el Capítulo Colombia, la ENS, el Programa País de la FNV, y los presidentes de unos 40 sindicatos de los sectores público y privado, que padecen el flagelo de la tercerización laboral.

Carlos Bustos, coordinador de la confederación Industri-All en Colombia, calificó como positivo el encuentro, porque permitió visibilizar la tercerización como una estrategia antisindical de las empresas, especialmente las multinacionales.

Por su parte Fabio Arias, Secretario General de la CUT, recordó que la formalización es un punto estratégico de la agenda de esta central sindical. “Buscamos ponernos de acuerdo para ver cómo recuperamos el contrato laboral directo en las empresas y combatimos las SAS, cooperativas de trabajo asociado, contratos sindicales, empleo temporal y todas esas formas de tercerización que se han inventado los empleadores y el gobierno”, precisó.

En el encuentro se hizo público el borrador de un proyecto de ley sobre formalización laboral, el cual será presentado al Congreso, y se espera tenga el respaldo de un buen número de congresistas y apoyo de la ciudadanía.

Hubo también reiteradas alusiones a la responsabilidad que el Estado tiene en la tercerización y precarización laboral, pues es el empleador que más subcontrata. Al respecto Juan Diego Gómez, de la confederación ISP, calificó como grave lo que ocurre en del sector público, que emplea 1´180.000 personas con contrato directo, pero subemplea un millón de funcionarios mediantes contratos civiles, por obra, OPS y otras formas de tercerización, sin contar las empresas que contratan con el Estado pero no reconocen los derechos de los trabajadores que emplean.

El Gobierno no puede seguir hablando de su política de formalización del empleo cuando él mismo no da ejemplo”, puntualizó Gómez, y agregó que las normas expedidas supuestamente para controlar la tercerización ilegal, han sido inocuas, hechas más para legitimar el estatu quo a favor de los empleadores, y no para garantizar contratos directos y estables a los trabajadores.

El contrato sindical, figura que habilita al sindicato como proveedor de mano de obra a las empresas, fue igualmente cuestionado, pues se ha convertido en instrumento para la intermediación laboral, e incluso para engañar a la opinión internacional con un supuesto crecimiento de la afiliación sindical y la negociación colectiva en Colombia

Como también los Tratados de Libre Comercio que ha firmado Colombia fueron motivo de rechazo en el encuentro, por ser incompatibles con los derechos laborales, la estabilidad, el empleo decente y la libertad sindical.


 

Arrancó negociación colectiva en Ecopetrol

El 14 de julio arrancó la negociación de la que se considera la convención colectiva más importante del país: la que se firma entre la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol) y la Unión Sindical Obrera (USO).

Es una convención que la USO espera pactar a 2 años con base en un pliego de peticiones compuesto por 118 artículos, 68 de ellos vigentes en la convención actual y 50 nuevos, éstos con un alto contenido político, que va más allá de reivindicaciones meramente económicas, pues tocan con una política petrolera más benéfica para el país, acciones concretas y efectivas de protección al medio ambiente y medidas que impacten positivamente la calidad de vida de las comunidades en las regiones donde opera la petrolera estatal y sus filiales.

Entre los puntos reivindicatorios que la USO negocia están la eliminación del Acuerdo 01, considera un pacto colectivo disfrazado, violatorio del derecho de asociación; la contratación directa de los tercerizados que realizan funciones misionales; garantía de cumplimiento de las normas laborales por parte de las compañías contratistas de Ecopetrol; ajuste salarial que reconozca los ingresos que los trabajadores del petróleo han dejado de percibir; y la reparación del daño que la violencia antisindical le ha infringido a la USO, que en su historial cuenta 106 dirigentes y trabajadores asesinados en razón a su actividad sindical, algunos desaparecidos y la mayoría en la impunidad.

“Contamos con la fuerza de los trabajadores, el apoyo de las comunidades, la incidencia política que tiene nuestra organización y el apoyo férreo de los trabajadores tercerizados, que esperan su vinculación directa”, dijo Edwin Castaño, presidente de la USO.

La USO considera que el petróleo ha dejado de ser fuente de riqueza, orgullo y bienestar para el país, los habitantes de las regiones productoras y los trabajadores, y se ha convertido en recurso que genera violencia, daños ambientales y pobreza. En ese sentido un tema clave a discutir es la reversión de varios contratos de Ecopetrol con compañías multinacionales, que ocurrirá en los próximos dos años, el más importante es Campo Rubiales, que explota la multinacional canadiense Pacific Rubiales.

La USO propende además por la unidad de empresa en todas las compañías filiales y subsidiarias de Ecopetrol, 26 en total, a fin de que los beneficios de la convención colectiva se extiendan a todas ellas.

También en el pliego que se negocia se pide un espacio de diálogo en lo relativo a los precios de los combustibles, para que se derogue la resolución que obliga a las refinerías a fijar un precio internacional y con ello rebaje el precio de los combustibles, y en consecuencia bajen también los fletes, peajes, e insumos agrícolas derivados del petróleo.

Y otro tema es el de los 35 mil trabajadores que Ecopetrol contrata con terceros, muchos en labores misionales permanentes. La propuesta es que por lo menos 3 mil de ellos sean contratados directamente en mejores condiciones laborales.

Y finalmente está el tema ambiental. Es la primera vez que este tema se resalta en pliego de la USO, y está conectado a la responsabilidad social de Ecopetrol con las comunidades donde opera, que se ven perjudicadas por vertimientos nocivos y contaminación de ríos y aguas subterráneas. Además las nuevas tecnologías extractivas, como el fracking y la combustión en situ, tienen alto riego ambiental.


 

El trabajo doméstico: deudas pendientes y nuevas agendas

El 22 de julio se conmemoró el Día Internacional del Trabajo Doméstico, fecha propicia para revisar las condiciones de las personas que laboran en este sector, y señalar las cuentas pendientes que el Estado tiene con ellas en cuanto a equidad salarial y en el empleo, a partir de los convenios 100, 111 y 189 de la OIT ratificados por Colombia.

En el país hay unas 750.000 personas en el servicio doméstico, el 95% mujeres, pero sólo 8.000 tienen contrato de trabajo escrito, y apenas 14.6% cotiza a pensión. Tradicionalmente es un oficio que funge como entrada al mercado laboral de mujeres con poca educación, sin experiencia laboral ni redes de apoyo en su búsqueda de empleo, en situación de desplazamiento forzado y en contextos de pobreza. Además un oficio marcado por la discriminación de género, raza y origen social, que ocupa a muchas mujeres de origen afro.

Según un estudio de la ENS y la Corporación Afrocolombiana Carabantú, en Medellín el 91% de las empleadas domésticas internas trabaja entre 10 y 18 horas al día, el 32% entre 11 y 14 horas, el 90% no recibe pago de horas extras, el 86% recibe mensualmente menos del salario mínimo, y más de la mitad afirma haber sido discriminada en sus lugares de trabajo.

Si bien es un avance que ya se haya reconocido a las empleadas domésticas el derecho de afiliación a una caja de compensación, y el pago de prestaciones sociales en el trabajo por días, siguen teniendo muchos obstáculos a sus plenos derechos laborales. Otro problema es la escasa inspección laboral. En el 2013 el Ministerio del Trabajo solo realizó 3 visitas a hogares y 206 averiguaciones preliminares, de las cuales apenas 14 terminaron en proceso sancionatorio.

Los derechos humanos de las mujeres son parte indivisible de los derechos humanos, y la situación actual del trabajo doméstico en Colombia requiere acciones claras e impostergables.


 

G4S, multinacional de seguridad privada que corta de raíz todo lo que huela a sindicalismo

G4S es una multinacional inglesa que con cerca de 300 mil trabajadores repartidos en los 5 continentes, es la compañía de seguridad privada más grande del planeta.
Su presencia en Colombia data del 2006. Desde entonces ha tenido un rápido crecimiento y hoy es la cuarta mayor empresa del sector, con cerca de 6.500 trabajadores, el 95% de ellos personal operativo.

Pero sus condiciones laborales son tan precarias como las que ofrecen las demás empresas de seguridad, especialmente las multinacionales, las cuales en sus países de origen respetan los derechos de los trabajadores, pero no en Colombia ni en otros países de América Latina.

La lista de irregularidades es amplia, entre ellas: persecución antisindical (despidió 6 trabajadores que crearon el sindicato Sintraseguridad), vulneración de convenciones colectivas, despido de trabajadores enfermos, escasos beneficios, bajos salarios e imposición de jornadas de hasta 15 y más horas. Con esto G4S desconoce el acuerdo marco que a nivel mundial tiene con UNI Sindicato Global, que la obliga a respetar en los países donde opera el derecho de asociación sindical, y a establecer acuerdos y garantías de no persecución a los trabajadores.

A finales de 2012 surgió Sinaltrasepv, sindicato de rama que ha recogido las banderas de lucha en el sector seguridad, y que ya tiene afiliados en Fortox, Atempi, Brinks y Securitas. Ahora busca también tener importante presencia en G4S. Cuenta con el apoyo político, logístico y financiero de la UNI Sindicato Global, y la asesoría de la ENS.

La prioridad del sindicato en G4S Colombia es lograr que ésta aplique el acuerdo marco con UNl Global. Ya lLogró que la casa matriz de Londres enviara un agente a investigar las quejas por sus conductas antisindicales en nuestro país.


 

La salud en el trabajo en Colombia: muchas deudas pendientes

El 28 de julio se conmemoró en Colombia el Día Nacional de Salud en el Trabajo, tema que deja mucho que desear en materia de realizaciones, pues son más las deudas pendientes que hoy muestra el Sistema de Seguridad Social en Riesgos Laborales (SSSRL) que rige desde 1994.

Es un sistema establecido a partir de la eliminación del monopolio del Estado en el direccionamiento y control de la salud en el trabajo, y la introducción del criterio de negocio en el aseguramiento, que trajo como consecuencia que el sector financiero de los seguros aumente sus ganancias, mientras las y los trabajadores ven cómo año tras año aumentan los problemas de salud en el trabajo.

El SSSRL es un modelo fracasado. No ha cumplido la misión para la cual fue creado, como lo es la universalización del derecho, la solidaridad, la calidad y el mejoramiento de la salud y vida de la población trabajadora. Los problemas estructurales continúan aumentando.

En 2013 disminuyó la cobertura del sistema. Pasó del 40.08% al 38.32%. Se reconocieron 542.406 accidente laborales, en una población de 8´269.950 afiliados, lo que da más de un accidente cada minuto. Lo mismo ocurre con la incidencia y prevalencia de las enfermedades por causa del trabajo: 27 cada día. Y en cuanto a muertes en el trabajo, en el 2013 ocurrieron más de 2 muertes diarias debido a malas condiciones laborales.

En Colombia se reconocen al menos 7 actividades de alto riesgo, siendo los sectores minero, construcción y transporte los que encabezan la lista. Por ello se reconoce una pensión anticipada denominada “pensión especial de vejez por actividades de alto riesgo”. Pero dado que el 31 de diciembre de 2014 se termina la vigencia de esta norma, las posibilidades de la disminución de la esperanza de vida se intensificarían para personas que laboran en tales actividades.

De ahí la urgencia de reivindicar un nuevo modelo de seguridad social universal, público, solidario, participativo, sin lucros ni intermediaciones de grupos financieros, que tenga como centro de sus preocupaciones al Ser Humano; un modelo en el que el Estado sea el actor más importante en la dirección y ejecución de las políticas y planes para atender los riesgos de accidente y enfermedad laboral; y ejerza la debida inspección, vigilancia y control mediante el aumento de inspectores especializados en salud y seguridad laboral.

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