Relevo en la presidencia de Fecode. Se retiró Luis Alberto Grubert (Entrevista)

En momentos en que el magisterio colombiano está pendiente de una definición sobre el servicio de salud que tendrá para los próximos 4 años, tras declararse nulo el proceso de licitación de prestadores de este servicio, se conoció la renuncia Luis Grubert Ibarra, presidente de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, Fecode.

Grubert Ibarra presentó su dimisión el pasado jueves, después de tres años al frente de Fecode, la federación sindical más grande del país, con más de 150 mil afiliados. El motivo, según él mismo lo explicó a esta Agencia, tiene que ver con que ahora debe dedicarse por completo a sus deberes en la Internacional de la Educación (IE), organización global de la que hace parte, como miembro del Comité Ejecutivo Mundial.

Y esta misma semana el Comité Ejecutivo de Fecode, integrado por 15 miembros, nombró como nuevo presidente de la organización a Carlos Enrique Rivas Segura, quien completará el período que le restaba a Grubert Ibarra. Los demás cargos del Ejecutivo no sufrieron variaciones.

Estatutariamente se espera que a finales de este 2017 haya la elección del nuevo Comité Ejecutivo de Fecode, que seguramente nombrará presidente en propiedad para los siguientes 4 años.

Rivas Segura es un maestro con amplia trayectoria en la lucha sindical. Es natural del Tolima, donde fue presidente del sindicato de maestros de este departamento, Simatol. Hace tres años llegó por primera vez al Comité Ejecutivo Nacional de Fecode, donde se desempeñó como Secretario de Asuntos Pedagógicos y Científicos, cargo en el cual le correspondió dirigir El Centro de Estudios de Investigaciones Docentes y de la revista Educación y Cultura.

Grubert Ibarra, por su parte, es natural del municipio de Soplaviento, Bolívar, y ha dedicado a la docencia la mayor parte de su vida, al igual que su esposa. En el año 2013 ascendió a la presidencia de Fecode, y desde ese entonces lideró las grandes “batallas” que ha librado esta federación sindical en defensa de los derechos de los maestros. El momento más álgido de su mandato tuvo lugar a mediados del 2015, cuando lideró el paro nacional que convocó Fecode y que se prolongó durante dos semanas.

La Agencia de Información conversó con Grubert Ibarra sobre las razones de su renuncia y la situación en la que deja a Fecode y la lucha de los maestros:

Luis A. Grubert Ibarra, expresidente de Fecode.

Qué nos puede decir sobre su renuncia a la presidencia de Fecode.

Era una renuncia anunciada. Me fue aceptada el jueves de la semana pasada. Ocurre que desde hace más de un año fui elegido como miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la Internacional de la Educación, y por estar dirigiendo a Fecode he descuidado las obligaciones que se coligen del cargo en la IE, cuya sede está en Bruselas. Ya había pasado la renuncia desde el año pasado, pero me pidieron que esperara hasta que concluyeran ciertos procesos, como el de la construcción del pliego de condiciones para una nueva licitación en el servicio de salud al magisterio, que yo acompañé.

A propósito del tema de la salud, ¿qué pasó para que la Fiduprevisora declarara desierta la licitación?

Pues que ninguno de los 28 oferentes superó los indicadores técnicos para asumir el servicio de salud de los maestros en cada uno de los municipios durante el próximo cuatrienio, que tiene un costo para el Estado de $5,4 billones. El pliego de condiciones, que construimos entre el Gobierno y Fecode, establece que los oferentes interesados tienen 4 condiciones que cumplir: la jurídica, la experiencia, la financiera y la técnica. Esta última, que tiene que ver con las clínicas, las farmacias, los laboratorios, ninguno la pudo llenar. Subimos tanto los estándares que no pudieron responder, a pesar de la fama que tienen algunas de las entidades que ofertaron. Hay que abrir un nuevo proceso, lo cual nos parece bueno porque da esperanza de tener ahora sí un buen servicio de salud.

¿Y si se demora mucho irán a paro?, como ya lo han advertido.

El magisterio está expectante de que este proceso concluya rápidamente, porque el marchitamiento de los servicios de salud es agobiante. Estamos esperando la hoja de ruta de la Fiduprevisora para que el proceso se destrabe. Son ellos los deben establecer las formulaciones técnicas para la nueva convocatoria, tanto para los oferentes que estaban como para otros nuevos que presenten propuestas. Pero el proceso no puede hacerse de cualquier manera, hay que hacerlo bien. El afán no puede dar al traste con la calidad del servicio de salud que necesitamos. Hay que estar alertas, porque si van a mamar gallo, no hay duda de que saldremos a pelear, vamos al paro.

Qué es lo que pasa en el Cauca. Los maestros de este departamento critican los servicios de salud operados desde el nivel central.

En el Cauca, como en todo el país, los maestros están mamados de las fallas en el servicio de salud. Pero quieren asumir la prestación del servicio ellos, sin pasar por un proceso licitatorio. Es decir, que el contrato se les asigne directamente, a dedo. Eso legalmente no es posible, además seria violentar la ley 91 y el proceso de contratación. Es el único departamento que hace esa exigencia. En Caquetá los maestros tienen una empresa que está licitando, en Putumayo también. En Santander una empresa del magisterio prestó el servicio por un tiempo, después licitó y no ganó. Lo que les hemos dicho a los compañeros del Cauca es que, si creen que pueden prestar el servicio, monten la red y se presenten a licitación, y si la ganan, pues lo prestan.

Hablemos del pliego de peticiones que Fecode prepara para presentar al gobierno próximamente. Cuáles son las líneas más significativas de este pliego.

Hay unos temas básicos que son ineludibles de plantear, como el sistema general de participación. Hay que reformarlo y ajustarlo, y reclamarle al Presidente Santos que el PIB para la educación crezca. Lo prometió y no ha cumplido. No no se puede hablar de inversión en educación y de que Colombia será la más educada en el año 2025, sin tener los recursos presupuestales para que al aparato educativo funcione. Sin plata esos anuncios son demagogia. También están nuestros reparos a la jornada única, que no ha sido posible tratar con el Gobierno porque éste no admite discutir con Fecode las políticas públicas educativas. Creemos que el Gobierno debe conciliar una salida al tema. No es que los maestros estemos en contra de la jornada única, estamos en desacuerdo es con la forma como se está implementando. La jornada única tiene unos requerimientos pedagógicos, administrativos y financieros que aún no están cubiertos.

¿Y vuelve y juega el tema del estatuto único en el pliego petitorio de Fecode?

Vuelve y juega. Necesitamos un estatuto único de la profesión docente para acabar con la odiosa división que hoy tenemos. Necesitamos que haya una sola norma, no tres como ahora. Aunque esa es una decisión que debe tomar el Congreso de la República, es una ley. Hace rato se definió una comisión tripartita para abordar el tema, pero el Congreso no ha facilitado el proceso, lo que ha impedido la continuidad de la discusión.

Finalmente, en qué va la propuesta de la “Escuela como territorio de paz”, que viene impulsando Fecode. En qué consiste exactamente esa propuesta.

Las escuelas como territorio de paz es la propuesta de Fecode en el escenario de la construcción de la paz, más allá del tema del currículo para la formación académica. Un escenario que debe tener un tratamiento acorde con las necesidades del país y de la paz; un escenario de encuentro, de recreación, de debate y de cultura, donde todo converja en beneficio de la comunidad. Fecode construyó una propuesta concreta en esa dirección, pero el Gobierno no le ha parado bolas.

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