El recién creado sindicato de actores se hizo oír en el Congreso de la República

 

—Calificaron de perversa y preocupante su situación laboral—
—Buscan nueva ley de protección para actores y actrices—
—Agradecieron apoyo de la CUT y la Escuela Nacional Sindical—

“Nos sentimos orgullosos, pero sobre todo con una gran responsabilidad: la que decidimos asumir como sindicato, y sobre todo como actores”, dijo a esta agencia Santiago Alarcón, presidente de la Asociación Colombiana de Actores (ACÁ), al término de la audiencia pública que tuvo lugar ayer en el recinto del Congreso, en la cual, ante un auditorio de 300 personas, los voceros de ACÁ elevaron su voz de protesta por las condiciones laborales en que les toca realizar su oficio, que calificaron de perversas.

De esta manera el sindicato de actores dio otra “vuelta de tuerca” a la lucha que adelanta para lograr un estatuto laboral que reivindique y garantice sus derechos, y de alguna manera acabe con la informalidad, la explotación laboral en jornadas de más de 16 horas, las dificultades para acceder a la seguridad social en salud y pensión, la competencia desleal, la violación de derechos de autor, entre otras anomalías que van en contravía de su profesión.

En la audiencia pública, que se extendió durante 5 horas y que tuvo por nombre “Mentiras conocidas, verdades por conocer”, estuvieron presentes los 5 parlamentarios citantes: Ángela María Robledo, Iván Cepeda, Jorge Enrique Robledo, Alirio Uribe y Luis Fernando Velasco, al igual que los dos ministros que aceptaron la invitación de los actores: Luis Eduardo Garzón, de Trabajo, y Mariana Garcés, de Cultura, quienes se comprometieron a iniciar mesas de diálogo con el fin de encontrar alternativas que favorezcan al sector.

Entre los asistentes a la audiencia se vieron los rostros de veteranos artistas de la televisión y el cine nacional, como Vicky Hernández, Consuelo Luzardo, Pepe Sánchez, Cecilia Botero, Julio Medina, Carlos el ‘Gordo’ Benjumea, Carlos Muñoz, Patricia Ariza, entre muchos más.

“Somos una fuerza creativa y laboral muy importante para este país, y decidimos conformarnos en sindicato porque es lo único que nos da representatividad y poder de negociación, es la forma organizativa válida de los trabajadores en el mundo”, señaló Santiago Alarcón, presidente de ACÁ (con tilde al final), quien calificó como bastante positivo el balance de la audiencia, pues logró ponerle un tono más alto al debate sobre sus reclamos laborales y visibilizar el sindicato, de cuya junta directiva también hacen parte figuras reconocidas de la televisión y el teatro, como Ernesto Benjumea, Julio Correal, Víctor Mallarino, Diana Ángel, Marcela Gallego, Majida Issa, Rafael Cardoso, Ricardo Leguizamo, entre otros.

En cuanto al texto preliminar de la que ya llaman “Ley del actor”, Alarcón reveló que hay un borrador adelantado y todavía en proceso de socialización y discusión con las partes involucradas que aspiran a convertir en proyecto de ley y presentar al Congreso a finales de septiembre. En este proceso esperan contar con los apoyos de una buena bancada parlamentaria y los ministros de Cultura y Trabajo.

“Ahora nuestro principal objetivo es lograr que, tal como existe en otros países, en Colombia también tengamos una ley que proteja nuestros derechos como trabajadores, atendiendo las recomendaciones que a ese respecto han hecho la OIT y la ONU”, agregó.

Celebró igualmente la receptividad y el buen ambiente que ha rodeado los acercamientos y conversaciones que hasta ahora han tenido con los representes de las productoras y los canales privados de televisión, sus mayores empleadores. “Queremos entrar en un proceso de diálogo con la industria de la televisión, con el gobierno, con todos los sectores que tiene que ver con el oficio nuestro, para ver qué es necesario cambiar a fin de construir una industria que favorezca a todas las partes”, señaló.

Alarcón consideró todo un acierto la decisión de crear este sindicato, toda vez que Colombia era el único país de la región que no contaba con una sólida organización de actores y actrices. Destacó que en sus tres escasos meses de existencia ha logrado afiliar a casi 900 actores y actrices; y no escondió su satisfacción y orgullo por su nueva condición de sindicalista. Sobre este sentimiento expresó:

“Empezamos con la asociación por un tema de necesidad, sin ningún conocimiento de lo que es el sindicalismo. Pero poco a poco hemos ido aprendiendo y entendiendo el poder que éste tiene en los trabajadores, de la mano de la Escuela Nacional Sindical que ha sido como nuestro padrino en este proceso, y de la CUT, cuyo apoyo también tenemos que agradecer”.

Razones del “malestar” laboral

En desarrollo de la Audiencia al actor Julio Correal, secretario de asuntos laborales de ACÁ, le correspondió hacer el listado de las dificultades y el trato injusto que deben hoy soportar los actores por parte de sus empleadores; un panorama que cada día se complica más.

La primera dificultad es el alto desempleo en el sector, dado que son profesionales que laboran por obra realizada, y entre una actuación y la otra pasan mucho tiempo cesantes. Es básicamente una contratación por prestación de servicios, por lo que son ellos quienes se deben pagar la salud y la pensión.

El mejor escenario en el caso de la televisión, dijo Correal, es el contrato mensual, pero hay casos difíciles en que la contratación es por capítulos, al destajo, o por día laborado. Pero si por cualquier circunstancia la grabación se suspende, algo que sucede con frecuencia, no les reconocen ningún pago. Y a eso se suma que la contratación de los actores es por prestación de servicios, por lo que son ellos quienes se pagan la salud y pensión.

“Por una única suma mensual están incluidas grabaciones, ensayos, repeticiones en canales regionales o nacionales, la cesión absoluta de nuestros derechos de autor”, señaló la actriz Consuelo Luzardo, quien intervino en la audiencia.

Y la también actriz, Carolina Cuervo, hizo públicamente las cuentas del salario que recibe por su trabajo: “Digamos que me pagan 5 millones; a eso hay que quitarle 12%, menos pensiones, salud, 20% para el mánager, el IVA, menos transporte y el entrenador, porque el director me quiere bien marcadita, así que me quedan un millón 800”, concluyó.

Se mencionó también el caso de los actores extranjeros, cuya presencia en el país, al amparo de los TLC, es abrumadora y están desplazando de sus puestos de trabajo a los nacionales, lo que se agrava con la emisión de novelas extranjeras en el horario triple A.

También está el caso de las productoras internacionales vienen a grabar en Colombia, porque acá hay buenas locaciones y paisajes, personal técnico capacitado y buenos actores, incluso exenciones de impuestos gracias a la última ley del cine. Pero no hay reglas claras en lo laboral, y los actores y actrices se ven obligados a trabajar barato. “Pero como lo importante es que haya trabajo, así sea mal pago y en malas condiciones, nos estamos convirtiendo en una horrible maquila que provee el talento mejor capacitado y más barato de todo el continente”, agregó.

Denunció además la inequidad que existe en la industria del espectáculo. En la parte más baja están los recién egresados de las escuelas de actuación, que son contratados a través de agentes que proveen personal a las oficinas de casting de las productoras. Estos agentes se llevan una comisión que puede ser ascender al 60%, en perjuicio de los actores. “Esa es una peste que hay que erradicar de esta industria”, expresó.

También cuestionó la figura del manager, que ha adquirido más preponderancia de la que deben tener, en desmedro de los actores. Incluso manejan hasta cláusulas de permanencia a los actores. “Eso también hay que empezar a regularlo, pues nos estamos pareciendo ya a los futbolistas. Pero no a James Rodríguez sino a los del Deportivo Pereira o el Chicó. Ya prácticamente estamos en la División B”, señaló.

Reclamó la apertura de más más espacios de trabajo y en eso el gobierno debe intervenir, con la adjudicación de un tercer canal, por ejemplo, o generando una mayor producción de dramatizados en los canales regionales y en los canales públicos, que es mínima.

Por su parte, el senador Jorge Enrique Robledo llamó la atención sobre la amenaza que se cierne sobre el trabajo actoral por efecto de los TLC y la globalización de la industria del espectáculo, e instó a los patronos que controlan esta industria para que entiendan que los actores tienen unos derechos laborales, y sin ellos no hay industria posible.

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